martes, 26 de noviembre de 2013

El mundo del vino

Hay algo en el mundo del vino que nos atrapa, nos engancha, nos deleita. ¿Por qué ?
La respuesta es muy sencilla. Cuando destapamos una botella, en realidad ponemos en marcha un sin fin de sensaciones, tenemos una fase visual el la que apreciamos distintas tonalidades, de rojo, amarillo, violeta.....luego pasamos a una fase olfativa, aromas frutales, herbáceos, frutos del bosque......y por último una fase gustativa dulzura, acidez, astringencia....... ¿Pero eso es todo?
Por supuesto que no. Antes de llegar a eso hay una serie de factores que nos van a hacer que un determinado vino nos enamore o lo odiemos. Todo comienza en el viñedo con el acondicionamiento de las cepas, con el esmero que se ponga en su cuidado, con la vendimia, con la elaboración del mosto, con la fermentación y posterior crianza. Es decir con toda una serie de elementos que por sí solos carecen de fundamento pero que en conjunto consideran un ensamblaje perfecto que tienen como resultado el nacimiento de un nuevo ser vivo, EL VINO

Desde el momento de su nacimiento comienza su degradación, al igual que nosotros va creciendo hasta el momento de su mayor plenitud y a partir de ahí comienza su deterioro. Cuando descorchamos una botella esta interactúa con nosotros, dependiendo del momento, la compañía o incluso nuestro estado de ánimo nos gustará más o menos, y hará que nos enamoremos de el o simplemente lo descartemos de nuestra vida y no le volvamos a dar una oportunidad.

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